La lógica del don

Toda religión supone una apertura al Otro y una donación. Ese acto de entrega y confianza constituye la esencia de la experiencia religiosa.

En este ensayo que Ediciones Khaf está distribuyendo en estos días,  Francesc Torralba reflexiona, desde una perspectiva filosófica, sobre el acto de entrega  a los demás y la ética que de ese acto nacería.

El autor parte del supuesto antropológico de que estamos hechos para el don, de que estamos llamados a dar lo que somos, a revelar lo que llevando dentro de sí al mundo y a los otros. Somos constitutivamente don y estamos llamados a ser don para los otros. El ser es la fuente de todo don y vivir conforme el ser es darse.

Somos don y estamos hechos para el don. Partimos de la tesis de que solo en este movimiento de exteriorización radica la felicidad. Es libre la persona que puede donar lo que es en sus adentros, la que puede expresar en el mundo su riqueza y creatividad interior. Es feliz la persona que da lo que es y observa que, gracias a ese don libremente donado, mejora, ostensiblemente, el mundo que le rodea.

Concebir la realidad como don significa comprenderla como algo que ha sido dado, que está ahí, que podría no estar, pero que no nos pertenece como si fuera un objeto o una cosa. La realidad no es puesta por el sujeto. Se manifiesta, se expresa, se da de múltiples modos. Comprendemos algo de ella, pero no es creada por la persona. Frente a ella caben distintos modos de reacción. La pluralidad de modos de recibir el don, contemplarlo, venerarlo, pero también se puede actuar sobre él, cultivarlo, transformarlo, desarrollarlo. Y no cabe duda de que el don recibido también puede ser objeto de corrosión, de disolución o de explotación.

Comprender la propia existencia desde la lógica del don significa percatarse de que el fin esencial de vivir consiste en dar lo que uno es, en exteriorizarlo, pueso solo de ese modo se enriquece cualitativamente la realidad, se hace más bella, más plural, se continúa el proceso creativo del mundo. Para ello, resulta indispensable indagar lo que uno es, cuáles son sus dones y sus capacidades.

Esta obra abre una línea filosófica dentro de nuestra colección Expresar religioso.  En estos días en los que nos acercamos a la donación de Jesús en sus Pasión, Muerte y Resurrección, esta lectura puede constituir una reflexión sobre ese acto de donación y gratuidad que está a la base de la experiencia cristiana.