Educador y agente de pastoral durante veinte años en distintos centros. Salesiano religioso durante siete años, y padre de tres niñas que le han enseñado a intuir lo que es el amor incondicional. Su gran vocación, el acompañamiento y formación de jóvenes especialmente en los ámbitos de la interioridad, meditación, inteligencia emocional, resiliencia y el funcionamiento de la mente. Discípulo y buscador permanente, por eso ha bebido de diferentes espiritualidades: salesiana, marista, focolares y actualmente en amigos del desierto, que le han aportado una visión plural y muy rica a nivel personal y en su servicio y atención a los jóvenes en las clases y en los diferentes talleres que imparte. Su deseo de compartir lo aprendido con los demás, junto con una experiencia personal complicada le llevaron a escribir esta obra, que se hizo realidad en el confinamiento.